El impacto de esta energía sobre los pigmentos provoca un efecto fotoacústico, que los divide en partículas muy pequeñas para ser asimiladas y sintetizadas de manera natural por el organismo.

Los resultados y el número de sesiones necesarias dependerán da la profundidad, color y composición química del pigmento.

Teniendo en cuenta estos factores, el número de sesiones es muy variable, en condiciones favorables podemos hablar de entre 4 y 8 sesiones.

Las sesiones se realizan cada mes y medio, o dos meses.

Si las condiciones de calidad, profundidad y color son favorables, el pigmento se elimina completamente. Si no son favorables se atenúa, permitiendo realizar un “cover” encima.

La aplicación de frio por contacto es imprescindible para atenuar las molestias del tratamiento.

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